【Capítulo 2】Precious Memories

Otoño. Los días empiezan a acortarse y las hojas secas empiezan a amontonarse en las calles. Las lluvias empiezan a frecuentar y el frío comienza a hacerse presente.
Alexey abrió los ojos y se encontró abrazando un gran cojín. Se incorporó y se frotó los ojos.

- Dormí muy bien… 

Era sábado, pero el joven aún tenía que estudiar para los exámenes que fijados a la semana siguiente. 

Bajó a la cocina y saludó a su madre con un beso en la mejilla. Ésta había preparado el desayuno, la verdad es que estaba hambriento, no había comido nada en muchas horas.

Se sentó en la mesa y desayunó lentamente, su madre hizo lo mismo. Hubo silencio durante todo el desayuno, como de costumbre, no había de qué hablar.

- Estaba muy bueno. –dijo el joven recogiendo los platos y saliendo de la cocina.

Subió a su habitación y cerró la puerta tras de sí, apoyándose en ella y dejándose deslizar hacia abajo hasta quedarse sentado con las piernas recogidas. Apoyó la cabeza sobre ellas y se quedó pensativo. 

Recordó todo lo de ayer, como William lo sacó de aquel aprieto. Se quedó pensando en el rostro que aquel chico tenía. Poseía una expresión seria y su mirada era profunda, pero inspiraba confianza.  Sus mejillas se tornaron a un color rojo con todos esos recuerdos.

Alexey agitó la cabeza y se incorporó de golpe.

- Ahahaha… P-pero, ¿en qué estoy pensando?

Realmente si quiera él se lo podía explicar.

Se metió una mano dentro del bolsillo y sacó la tarjeta que le dio William ayer, contenía su número de teléfono.

- ¿Debería llamarle? Ahaha no… N-no tengo nada que ver con él…

Aquella opinión hacía que se entristeciera. Volvió a meter la mano dentro del bolsillo para dejar la tarjeta y encontró algo que no le pertenecía. 

- ¿Ah? ¿Qué es esto? 

El joven examinó lo que había sacado del bolsillo de sus pantalones. Era un colgante con una “W”. 

- Esto no es mío… - afirmó el joven. - ¿Será de William? –se quedó pensativo- ¿Y de todas maneras como ha llegado esto a mis pantalones? 

El joven pensó que hacer durante unos instantes, no podía quedarse con algo que no le pertenecía, debía devolvérselo a su propietario, quien parecía ser William.

Decidido marcó el número, pero sus manos empezaron a temblar en cuanto el joven se puso el auricular al oído.

- Armada de los Estados Unidos, ¿dígame? –el joven se quedó parado al oír aquella voz tan firme.

- H-Hola… ¿P-podría hablar con William… - el chico miró la tarjeta y consultó su apellido- Hayes?

- Espere un momento.

El joven hizo lo que le ordenaron, sin despegar el auricular de su oreja y mirando fijamente la tarjeta.

- ¿Dígame? – esta vez la voz que sonaba al otro lado de la línea era más conocida.

- A-Ah… ¿William? Soy Alexey.

- Ah, Alexey, ¿qué querías?

- Verás… Ayer cuando me ayudaste, no sé de qué manera llegó algo a mi bolsillo que no me pertenece… C-creo que es tuyo.

- ¿De qué se trata?

- Es un colgante con una letra “W”

- Es mío, si tienes un rato esta tarde podrías dármelo.

- C-claro… 

- ¿Te viene bien a las cinco en el parque?

- Sí, p-perfecto.

- Hasta entonces, pues. 

William colgó sin dejar si quiera a Alexey despedirse.

El joven subió de nuevo a su habitación, tenía un rato para continuar con sus estudios y algo de tiempo para prepararse. Cuando hubo terminado de estudiar, preparó ropa limpia y se metió en la ducha. 

Al salir ya aseado se encontró en la puerta con su madre.

- ¿Vas a salir, hijo?

- Sí, no creo que tarde mucho.

Su madre le sonrió y volvió con sus tareas. Alexey guardó en sus bolsillos lo esencial y salió de casa dirección al parque.

Cuando llegó, William ya se encontraba allí. Lo saludó tímidamente de lejos.

- ¿T-te he hecho esperar mucho? – dijo el joven algo avergonzado.

- No, no te preocupes.

Alexey se fijó en la vestimenta que llevaba William, se apreciaba claramente que estaba de servicio puesto que aún llevaba puesto su uniforme, aunque esta vez había tenido la cortesía de quitarse la gorra.

Se hizo un silencio incómodo y el joven ruso se ruborizó levemente, la situación se le hacía pesada.

- ¡A-ah! Sí… A lo que veníamos…-dijo apuradamente metiéndose una mano en los bolsillos, sacándo el colgante y tendiéndoselo. – Aquí tienes.

- Gracias. –respondió el estadounidense- Este colgante es bastante importante para mí, no puedo permitirme perderlo. -dijo metiéndoselo en el bolsillo

- ¿P-puedo preguntar por qué es tan importante? 

- Era de mi abuelo, tiene mucho peso histórico encima… La “W” es porque él también se llamaba William. Jamás llegué a conocerlo.- dijo firmemente.

- O-oh… Ya veo… Siento si me he metido dónde no me llaman.

- Para nada, no te disculpes.

De nuevo se hizo un silencio incómodo, el recado ya estaba hecho y ambos apenas se conocían, aunque quizás era un buen momento para conocerse.

- Bueno… -comenzó William- ¿No crees que es un buen momento para conocerse? –Alexey se ruborizó ante tal afirmación.

- U-um… B-bueno, yo ya sé bastantes cosas de ti… -sus mejillas se tornaron a un color más rojizo, aquello sonó como si fuese su acosador- ¡A-ah, p-pero no me malinterpretes! E-es decir… Yo ya sé que eres Sargento, por ejemplo. Ahaha… -dijo riendo nerviosamente. - el otro joven sonrió levemente.

- Puedes preguntarme lo que quieras.

- A-ah, p-pero yo no quiero ser indiscreto…

- En serio, hazlo.

- U-um… ¿Edad?

- Veinticinco.

Alexey se quedó en un estado de shock al oír su edad. ¿¡Veinticinco?! ¡¿Y ya era Sargento?!

- V-vaya… Tan joven y ya en un rango tan alto.

- Tampoco es para tanto – dijo William- Tú debes de tener unos diecinueve.

- E-en realidad tengo veinte… -dijo el chico ruborizado y mirando al suelo.

- ¿En serio? Pareces más joven. –comentó sorprendido William- ¿Y a qué te dedicas, estudias?

- S-sí… Estudio Filosofía.

- Debe ser interesante.

- L-lo es…

De nuevo se sobrevino el silencio, Alexey miraba hacia el suelo ruborizado y William simplemente no miraba a ninguna parte pero tenía una mirada muy firme dentro de que solo mostraba uno de sus ojos.

- ¿Alexey?

- ¿S-sí?

- ¿Te encuentras bien? Tu cara está roja.

- E-estoy bien… -afirmó con una sonrisa un tanto forzada.

Alexey ahora pensaba para sí, no entendía el por qué de ese nerviosismo y tampoco el rubor de sus mejillas.

- Quizás podríamos quedar otro día para conocernos mejor.

- C-claro, e-estaría bien…

- Ya te llamaré un día de estos.

- ¿Huh? ¿Tienes mi teléfono?

- Lo apunté cuando me llamaste.

- A-ah… C-claro, ya veo…

- Debería volver ya al trabajo, se está acabando mi descanso.

El menor lo miró sorprendido, ¿ser marine conllevaba tanto sacrificio? ¿Tantas horas metido ahí dentro, con entrenamientos costosos? Ahora que pensaba sobre ellos se sentía afortunado del camino que había escogido.

- E-entiendo…

- Hasta otra – se despidió William haciendo el gesto de saludo militar de una manera más informal.

- H-hasta otra… - contestó el otro con las mejillas levemente encendidas.
Alexey volvió a casa cabizbajo y con el pulso acelerado.

- R-realmente su rostro es muy atractivo… - al darse cuenta de lo que estaba diciendo agitó la cabeza- ¿P-pero qué estoy diciendo? Ahahaha…

Al volver a casa se metió en su habitación y encendió el ordenador.

Buscó en internet información sobre la Armada Estadounidense y revisó los rangos. Se quedó realmente asombrado con el descubrimiento.

- En serio… ¿Pero como lo ha hecho? …

- ¡Alexey! – lo llamó su madre - ¡A cenar!

- ¡Ya voy! –contestó el joven apagando el ordenador.

Y así es como acababa otro de los días de la común vida de este estudiante, aunque quizás no sería de esa manera siempre…

1 comentarios:

Oekaki Neko Kokoro dijo...

Wuuu! interesante ¬w¬ me agrada, pero auum, si no te molestas quisiera decir algo raro que note... aam en la parte donde Alexey llama a William marca el numero y asi, justo en ese momento lo imagine en su cuarto... aaam pero despues de eso subio a su cuarto aaam, no se, pero me sono raro... bueno yo solo digo (perdon si hable de mas u.u) ... pero esta genial! *w* Cap. 3!! n_n Cap.3!!

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