【Capítulo 9】Precious Memories

Quiero dedicarle esta capitulo a mi sis'  Jen por aportarme ideas y ayudarme a desbloquearme. ;w;U No he seguido sus ideas al pie de la letra pero me han ayudado muchísimo... De verdad, muchísimas gracias... T__TUU ♥ ♥

Siento mucho la espera de este capítulo pero como bien he dicho, no sabía como continuar sin que pareciese un capítulo aburrido y cada vez que escribía me desmoralizaba... ;w;UU A partir del siguiente capítulo ya tengo unas ideas fijas y si todo va bien intentaré escribir con mayor regularidad, si los estudios me lo permiten, todo sea dicho.

Espero de corazón, que os guste. ♥

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Silencio. Lo único que se oía eran los sollozos de Katherine. William estaba inmóvil y completamente pálido. Su hermana acababa de darle la notica de que su padre, Stephen, había sufrido un paro cardíaco.

- Y… -comenzó William con la voz entrecortada - ¿Está en el hospital?

- Mamá está con él… - afirmó Katherine entrecortada.

- ¿En qué hospital está?

- Will… Si vas a ir iré yo contigo.

- Está bien, espera un poco.

Katherine se quedó quieta en la puerta y William subió las escaleras apresuradamente para vestirse. Alexey se acercó a la puerta y miró a Katherine tímidamente. Era la primera vez que el menor conocía a alguien de la familia de William, aunque agradecía que fuese su hermana y no su padre, ya que, después de lo que el mayor le había comentado la noche anterior, no parecía un hombre muy agradable. Se quedó sorprendido con el físico de Katherine ya que se parecía mucho a su hermano

Katherine, por su parte, se dio cuenta de la presencia de Alexey e intentó sonreír.

- Muchas gracias por cuidar de Will anoche. – le agradeció al menor.

- A-ah, n-no hace falta que me lo agradezcas. – negó Alexey tímidamente.

Se hizo un silencio incómodo entre ambos y el joven clavó la mirada en el suelo.

Cuando Katherine se dispuso a hablar, William bajó por las escaleras y se dirigió hacia ellos.

- Nos vemos luego. – dijo con expresión seria William.

Alexey lo miró con lástima y bajó la mirada, despidiendo a ambos.

Cerró la puerta y volvió a la cocina donde se encontraba su madre.

- ¿Y Will? – preguntó Anya.

- S-se ha ido al hospital con su hermana… - respondió el menor. Anya lo miró confuso. – Su padre ha sido ingresado. – aclaró.

La expresión de la cara de su madre tornó a sorpresa. A continuación miró al suelo.

- Y ahora yo… - comenzó a hablar Anya con tristeza. -  ¿Qué hago con… - hizo una pausa – todo el desayuno que he preparado?

A su hijo se le escapó una risa.  Una de las cosas que le gustaba al joven de su madre era su capacidad de dotar a los temas importantes de una importancia menor.

Mientras tanto, parte de la familia Hayes se encontraba en la sala de espera del hospital en el cual Stephen había sido hospitalizado. Nadie decía nada, todos estaban en silencio y quienes más intranquilas estaban eran Kate y Nicole, abrazadas mutuamente para intentar tranquilizarse la una a la otra.

- ¿Familiares de Stephen? – preguntó el médico saliendo de una de las habitaciones.

- ¡Nosotros! – exclamaron ambas, levantándose de sus asientos. William, a diferencia de su hermana y su madre,  se mantenía firme y distante. El médico se acercó a ellos y consultó por última vez la ficha médica.

- No se preocupen, pueden estar tranquilos. Stephen se encuentra estable.

Las dos mujeres suspiraron aliviadas y William desvió la mirada.

- Como comprenderán, el señor Hayes ya tiene una edad y es importante que empiece a cuidarse y evite el sedentarismo y posibles disgustos.

- ¿Podemos verlo? – preguntó Nicole.

- No aún. – afirmó el médico – Aún tenemos que realizarles unas pruebas, esperen aquí unos minutos más.

- Gracias. – añadió Katherine sentándose.

Al poco rato William se levantó de la silla. Su madre y su hermana lo miraron un poco extrañadas.

- ¿No piensas quedarte? – le preguntó Nicole con el ceño fruncido.

- No, tengo algo más importante que hacer.

Sin reprocharle nada más, William comenzó a andar dirigiéndose a la salida del hospital y una vez se hallaba fuera continuó caminando a un ritmo más lento. Se llevó una de las manos a su cara y se detuvo en seco.

- Es mi culpa… - pensó – Es mi culpa que haya acabado así…

A pesar de la mente cerrada de su padre, el joven no podía dejar de sentirse culpable de lo que le había pasado. Pensaba que, quizás, hubiese sido demasiado precipitado haber aceptado su homosexualidad delante de su familia, pero, ¿cuándo iba a hacerlo sino? Seguramente sus padres ya sospechaban ya que había habido una baja en su rendimiento. Al fin y al cabo, si quiera una persona responsable como lo era él podía mantener su firmeza y esconder su felicidad.

No sabía, ahora, qué hacer exactamente, ¿debía volver a su casa y ordenar sus ideas? ¿Debía volver con Alexey?

Conforme se cuestionaba el qué hacer, inconscientemente sus pasos le habían llevado a la casa del menor.  Miró alrededor antes de llamar al timbre y observó que al lado de la casa se encontraba un coche que parecía bastante caro. Se quedó extrañado ya que, que él recordarse, ni Alexey ni Anya conducían.
Finalmente se decidió a tocar el timbre y tras unos segundos Anya abrió la puerta. Al verlo, se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Will! – exclamó abrazándolo.

El joven se ruborizó levemente y correspondió al abrazo, se dispuso a hablar pero la madre del menor la detuvo.

- Ya sé por qué estás aquí. – dijo sonriendo - Has venido a ver a Alexey, ¿a que sí? – William asintió y desvió la mirada. Anya sonrió. – Está arriba con un amigo, ¿quieres que le diga que estás aquí?

- No, no hace falta, esperaré.

La madre de Alexey invitó al joven a entrar y que se sentase en el salón, ella se dirigió a la cocina.

- ¿Te apetece un café? – preguntó desde allí.

- S-sí, gracias. – afirmó William.

El joven entrelazó sus manos y miró al suelo. Aún seguía dándole vueltas al asunto de su padre a pesar de que trataba de no pensar demasiado en ello. Se pasó las manos por el pelo y de pronto delante de su campo de visión se encontró con una taza de color azul.

- Ten~ -dijo Anya con una sonrisa, tendiéndole una taza llena de café.

- Gracias. – contestó, sonriendo de forma algo forzada y tomando la taza.

La recién aparecida se sentó a su lado y bebió de su taza y luego miró a su acompañante.

- Will, se te ve preocupado, ¿es por lo de tu padre? – el joven asintió y Anya lanzó un suspiro – No te preocupes… Ya sabes que aquí nos tienes para lo que haga falta, ¿de acuerdo? – añadió con una amplia sonrisa.

- Eres muy amable, gracias. – dijo William con una pequeña sonrisa dibujada en su cara.
El joven clavó la mirada en el contenido de la taza e impregnó sus pulmones de aquel amargo aroma para luego saborearlo.

Los dos integrantes de aquella sala se mantuvieron en silencio hasta que William hubo terminado el café. Fue entonces cuando se oyó un brusco ruido en el piso de arriba.

- Uy… - dijo Anya mirando al techo – Seguramente hayan tropezado con algo – añadió con una sonrisa.
William desconfiado se levantó de su sitio y subió las escaleras con sigilo. Anya, de mientras, lo observaba curiosa.

El joven se acercó a la puerta y la entreabrió suavemente y lo suficiente para que se le permitiese mirar a través de ella qué estaba ocurriendo en el interior.

Se quedó sorprendido con la escena; un chico algo menor que él, de cabello pelirrojo se encontraba encima de Alexey en su cama. Este último le miraba algo asustado.

El primer impulso de William fue irrumpir en la sala y detener a aquel chico, sin embargo, no lo hizo ya que sus piernas no le respondían debido a la impresión.

El menor, por su parte, se encontraba asustado y sorprendido, lo habían arrinconado en cuestión de segundos  y no era capaz de entender el por qué.

- J-Josh… ¿Q-qué haces? – preguntó con la voz entrecortada.

- ¿Lo has entendido ya? – formuló su compañero, quien se encontraba encima de él.

- P-para… Si es una broma… N-no tiene gracia…

- ¿Qué te hace pensar que esto es una broma? Esto es muy serio para mí.

Alexey miró a su amigo sorprendido, quizás… ¿Eso era algo como una declaración? No, lo consideraba imposible, Josh no era más que un amigo, era poco probable que sintiese algo por él.

- ¿Q-qué quieres decir…? – Alexey desvió la mirada para luego mirar de reojo a Josh.

- ¿Aún no te has dado cuenta? – el menor negó ante su pregunta y el pelirrojo suspiró. – Alex… - dijo tomándole del mentón y obligándole a que le mirase. – Me gustas.

El joven no creía lo que acababa de decirle su amigo. Le conocía desde hacía 4 años, sin embargo jamás hubiese imaginado que acabaría en una situación así.

- J-Josh… ¿Q-qué estás diciendo?

- Que me gustas, ¿saldrías conmigo?

La cara del menor se tornó en aún más sorpresa y se incorporó sentándose en la cama y mirando al suelo.

- L-lo siento pero yo… No sé…

- ¿Qué problema hay? ¿No te gusto?

- ¡N-no es eso…! – contestó nervioso sin ser muy consciente de lo que decía.

- ¿Entonces, qué ocurre? – preguntó su compañero, frunciendo el ceño.

- Verás es que…

Antes de que el joven pudiese acabar la frase, al fin William se adentró en la sala y apresuradamente cogió de la muñeca al menor llevándoselo consigo.

- ¡Eh! – exclamó Josh - ¿Quién te has creído que eres? – preguntó enfadado.

- No es de tu incumbencia. – respondió el mayor.

Entre ambos se sucedió un silencio y sus miradas se encontraron, ambas eran frías y distantes.
William, cogiendo bien fuerte de la muñeca a Alexey bajó por las escaleras y el menor se vio forzado a seguirle.

- ¡W-Will! ¡M-me haces daño!

El joven en parte se encontraba asustado ya que nunca había visto a su pareja en una actitud tan violenta.
El mayor se lo llevó a una habitación apartada del resto y lo arrinconó contra la pared. Alexey se encogió sobre sí mismo asustado y bajó la cabeza.

Se oyó como se cerraba la puerta de la entrada violentamente y William se fue alejando del menor poco a poco. El joven le miró aún con algo de miedo.

- W-Will… Yo no… - intentaba explicarse, sin embargo las palabras no le salían.

- Lo siento si te he asustado… - dijo soltando un suspiro y llevándose una mano a la cara.

- N-no… Soy yo quien debe disculparse… - añadió el menor mirando al suelo. – Pero escúchame… Estaba confuso y no sabía qué decirle a Josh, pero… - hizo una pausa y miró al mayor. – A mí me gustas tú…

El mayor le miró atónito y se le escapó una sonrisa. Se le acercó lentamente y le besó en la frente.

- Y a mí me gustas tú…

William se fue acercando lentamente a la cara del menor hasta darle un beso al cual el menor correspondió acariciándole la cara.

- Siento si me he comportado de forma extraña… Pero no paro de darle vueltas al asunto de mi padre y estoy confuso. – Alexey asintió y desvió la mirada.

- L-lo entiendo, si necesitas tomarte tu tiempo, entonces…

- No… Lo único que necesito ahora mismo… - el mayor hizo una pausa – Es a ti.

El joven se ruborizó y bajó la mirada. Realmente le hacía muy feliz saber que William estaba a gusto con él.

- Te quiero, mucho. – añadió sonriendo levemente. Alexey le miró con los ojos enternecidos.

- Yo también a ti… Will.

Ambos se fundieron en un suave beso, cada vez más intenso conforme se acercaban más el uno al otro, sintiendo la respiración entrecortada del contrario.

Al cabo de unos segundos se separaron y se abrazaron. Alexey hundió la cabeza en el pecho del mayor y éste acarició suavemente el pelo del contrario.

Por sus cabezas solo anidaba un sentimiento, juntos podrían apoyarse mutuamente, superar cualquier dificultad, lo único que necesitaban era el uno al otro, y a nadie más.

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Como bien sabéis los comentarios me hacen muy feliz. ;w; (?) Espero que os haya gustado~ Las cosas a partir de aquí se complicarán y ya no todo será de color de rosa. -w-

Seguiré pronto, espero~ <3

1 comentarios:

Maya dijo...

Wahahah comentando here! 8D así uso la cuenta de blogger, que la tengo abandonah! (?)

En fin, que me ha gustado mucho el cap <33 ¡al fin actualizaste! : DD había ganas ya xDD
Me ha gustado mucho la parte de Josh *33* aunque no apoye la pareja (?) xD pero me gusta verlo en plan así toh'sexeh (?) 8D xD
Y el final... <333 precioso ;www; muy pukerainbowseable <3 me ha gustado mucho *^* continúa pronto eh! : D

bai bai c:

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